De tarugos y de conspiraciones
En apenas unas semanas los estadounidenses tendrán nuevo presidente. Parece que ganará Obama y, pese al entusiasmo más o menos generalizado, a mí el personaje me da cierto repelús. Me hace pensar en un futuro presidente americano de telefilme de sobremesa, de esos que tratan de oscuras e ininteligibles conspiraciones; mi problema es que aún no he decidido si Obama es el conspirador o la víctima. McCain, a su lado, se me antoja mucho más transparente: es el tarugo de siempre.
En cualquier caso es el momento de dedicarle epitafios a Bush. El último lo he leído en la novela que tengo ahora en manos, Sale el espectro, de Philip Roth, cuyo argumento transcurre precisamente en las semanas anteriores a las elecciones que dieron a Bush un segundo mandato. Dice un personaje:
"Que una administración de derechas motivada por una codicia insaciable, sostenida por mentiras letales y encabezada por un tarugo privilegiado deba responder a la infantil idea norteamericana de moralidad... ¿cómo se puede vivir con algo tan grotesco?"
En cualquier caso es el momento de dedicarle epitafios a Bush. El último lo he leído en la novela que tengo ahora en manos, Sale el espectro, de Philip Roth, cuyo argumento transcurre precisamente en las semanas anteriores a las elecciones que dieron a Bush un segundo mandato. Dice un personaje:
"Que una administración de derechas motivada por una codicia insaciable, sostenida por mentiras letales y encabezada por un tarugo privilegiado deba responder a la infantil idea norteamericana de moralidad... ¿cómo se puede vivir con algo tan grotesco?"
1 Comments:
¿Es esa la idea americana de moralidad? Hay preguntas que no tienen respuesta o la realidad supera de largo a la más delirante de las ficciones. Saludos
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