Ofensa
Una vez, durante nuestro breve noviazgo, la Nueva me dijo que me amaba por mi fina inteligencia, mi simpatía y amabilidad, mis sofisticados gustos y mi extraña belleza.
-¿Y por mi dinero no? -pregunté ofendido.
-¿Y por mi dinero no? -pregunté ofendido.
2 Comments:
comparto tu la ofensa, pero de manera inversa... yo no se como hacer para que las mujeres dejen de amarme sólo por mi absoluta y deshilachada pobreza.
doy por seguro que cuando sea millonario ya no van a amarme.
un saludo muy buen blog
www.mundolaiseca.blogspot.com
www.literatrofia.blogspot.com
Y luego dicen que los hombres somos superficiales...
(Por cierto, como creo recordar que te gusta Marilyn Monroe, en el blog 'tsutpen.blogspot.com' vienen varias fotos suyas poco conocidas. Hay una buenísima en la que comparte un vaso de leche con un crío...)
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