giovedì, agosto 02, 2012

Diálogo robado

Durante largos minutos, las dos ancianas que se sientan delante de mí en el autobús guardan silencio. De repente cruzan este breve diálogo:

-Juana -dice una.
-¿Qué? -dice la otra.
-La Mari dice siempre que a los entierros hay que ir.
-No va descafeinada, no.

No dirán nada más antes de que yo tenga que apearme. Llevo horas sin salir de mi asombro. ¿Qué pretende la Mari afirmando eso? ¿Cómo será de fantástico vivir con alguien capaz de decir "no va descafeinada, no"?

1 Comments:

Blogger C. B. said...

No hace mucho alguien (que debe de ser pariente de la Juana) me pidió una postal, porque quería saber mi dirección y mi número de teléfono. Tardé en comprender que se refería a una tarjeta de visita.

12:00 PM  

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