El futuro de Umbrello
Umbrello me tenía algo preocupado. Sé que solo tiene tres años y unos pocos meses, pero su comportamiento se me antoja entre lo silvestre y lo salvaje y mis conversaciones con él se limitan a mezclar lo kafkiano con lo dantesco, incluso diría que con lo cervantino. Me parece -me parecía- un niño poco preparado para la vida real; demasiado hijo mío, vaya, sobre todo en comparación con su hermano menor, Fratello, que a sus 15 meses es capaz de entrar en un bar, pedir un bloody mary y que encima le acaben invitando.
Sin embargo el otro día me di cuenta de que, bajo su aspecto y comportamiento lunáticos, Umbrello es una persona la mar de inteligente y equilibrada. Mi descubrimiento se produjo cuando, por fin, se me ocurrió hacerle esa tópica y legendaria pregunta que los padres le han hecho a sus hijos desde el principio de los tiempos:
-¿Y qué querrás ser de mayor? -le dije.
Umbrello me miró silencioso y, al cabo de unos segundos de reflexión, respondió:
-Pirata, no.
Sin embargo el otro día me di cuenta de que, bajo su aspecto y comportamiento lunáticos, Umbrello es una persona la mar de inteligente y equilibrada. Mi descubrimiento se produjo cuando, por fin, se me ocurrió hacerle esa tópica y legendaria pregunta que los padres le han hecho a sus hijos desde el principio de los tiempos:
-¿Y qué querrás ser de mayor? -le dije.
Umbrello me miró silencioso y, al cabo de unos segundos de reflexión, respondió:
-Pirata, no.
2 Comments:
Es que Jack Sparrow y Garfio han desprestigiado mucho el oficio, por ahí los chicos se dediquen a Peter Pan cuando grandes.
ja ja, qué ocurrencia, el chaval sigue la máxima de no ser en absoluto como el padre!!!!
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