Philip Larkin
Uno de mis más queridos amigos virtuales (ese al que la Nueva, en su feliz confusión de nombres y lugares llama “tu amigo Mariñas”), me mandó este mensaje:
“Y nada entiende. Siendo tan inglés (tú) y habiendo llegado la primavera te mando este poema de Philip Larkin:
LLEGADA
Se alargan las tardes,
y amarillenta y fría
la luz baña las quietas
fachadas de las casas.
Canta un tordo entre hojas
de laurel en el hondo
jardín poco arbolado
y le asombra a la tapia
su fresca voz desnuda.
Ya pronto es primavera,
ya pronto es primavera.
Y uno, cuya niñez
es un tedio olvidado,
se siente como un niño
que interpreta una escena
de reconciliación
adulta y nada entiende,
salvo la extraña risa,
y empieza a ser feliz”
Mis amigos presenciales sabéis que, en realidad, la poesía y yo nunca hemos sido buenos amigos, y que a mí, quitando La vaca cega y los cien cañones por banda y poca cosa más, la poesía no suele llegarme, como se dice. Pero sospecho que Mariñas sospechaba que eso de que “y nada entiende” sí me conmovería. Y claro que me ha conmovido, cómo no, si yo suelo sentirme como el adulto del poema que a su vez se siente como un niño que “nada entiende, salvo la extraña risa, y empieza a ser feliz”. Gracias, amigo Mariñas.
Luego quise saber algo acerca de Larkin, porque a pesar de ser británico (más que inglés), mi cultura tiene lagunas tipo Ness. Philip Larkin me sonaba, sí, pero no sé si como poeta, como pintor o como marca de cigarrillos rubios. Leyendo en Google, que es como una enciclopedia que un encuadernador loco ha barajado sin ningún orden entre otras enciclopedias apócrifas y falsas, me he hecho una idea más o menos leve acerca de Larkin.
Entre otras cosas que no vienen a cuento, he leído esto que me hizo sonreír, en una página no sé si de la enciclopedia real o una de las apócrifas. Hablaba alguien de las formas en que se puede viajar, a través de la inmersión en los lugares que se visita, o como Larkin, que decía que “no me molestaría visitar China si pudiera volver el mismo día”.
Bueno, en fin, también encontré “La llegada” en versión original:
COMING
On longer evenings,
Light, chill and yellow,
Bathes the serene
Foreheads of houses.
A thrush sings,
Laurel-surrounded
In the deep bare garden,
Its fresh-peeled voice
Astonishing the brickwork.
It will be spring soon,
It will be spring soon –
And I, whose childhood
Is a forgotten boredom,
Feel like a child
Who comes on a scene
Of adult reconciling,
And can understand nothing
But the unusual laughter,
And starts to be happy.
Philip Larkin, 25 Feb 1950
“Y nada entiende. Siendo tan inglés (tú) y habiendo llegado la primavera te mando este poema de Philip Larkin:
LLEGADA
Se alargan las tardes,
y amarillenta y fría
la luz baña las quietas
fachadas de las casas.
Canta un tordo entre hojas
de laurel en el hondo
jardín poco arbolado
y le asombra a la tapia
su fresca voz desnuda.
Ya pronto es primavera,
ya pronto es primavera.
Y uno, cuya niñez
es un tedio olvidado,
se siente como un niño
que interpreta una escena
de reconciliación
adulta y nada entiende,
salvo la extraña risa,
y empieza a ser feliz”
Mis amigos presenciales sabéis que, en realidad, la poesía y yo nunca hemos sido buenos amigos, y que a mí, quitando La vaca cega y los cien cañones por banda y poca cosa más, la poesía no suele llegarme, como se dice. Pero sospecho que Mariñas sospechaba que eso de que “y nada entiende” sí me conmovería. Y claro que me ha conmovido, cómo no, si yo suelo sentirme como el adulto del poema que a su vez se siente como un niño que “nada entiende, salvo la extraña risa, y empieza a ser feliz”. Gracias, amigo Mariñas.
Luego quise saber algo acerca de Larkin, porque a pesar de ser británico (más que inglés), mi cultura tiene lagunas tipo Ness. Philip Larkin me sonaba, sí, pero no sé si como poeta, como pintor o como marca de cigarrillos rubios. Leyendo en Google, que es como una enciclopedia que un encuadernador loco ha barajado sin ningún orden entre otras enciclopedias apócrifas y falsas, me he hecho una idea más o menos leve acerca de Larkin.
Entre otras cosas que no vienen a cuento, he leído esto que me hizo sonreír, en una página no sé si de la enciclopedia real o una de las apócrifas. Hablaba alguien de las formas en que se puede viajar, a través de la inmersión en los lugares que se visita, o como Larkin, que decía que “no me molestaría visitar China si pudiera volver el mismo día”.
Bueno, en fin, también encontré “La llegada” en versión original:
COMING
On longer evenings,
Light, chill and yellow,
Bathes the serene
Foreheads of houses.
A thrush sings,
Laurel-surrounded
In the deep bare garden,
Its fresh-peeled voice
Astonishing the brickwork.
It will be spring soon,
It will be spring soon –
And I, whose childhood
Is a forgotten boredom,
Feel like a child
Who comes on a scene
Of adult reconciling,
And can understand nothing
But the unusual laughter,
And starts to be happy.
Philip Larkin, 25 Feb 1950
Etichette: Philip Larkin, Poesía
4 Comments:
Hum... Que buen poema. Si no me equivoco, Larkin era un soltero recalcitrante y el mejor amigo del padre de Martin Amis. (Ver "Experiencia" de Amis)
Si era el mejor amigo del padre de Amis, el señor Kingsley, entonces debía ser bastante raro, intuyo
Pero no era raro porque fuera soltero (después de todo, nacer soltero es algo de lo más natural), sino porque era raro a secas. Y tacaño. Pero ese es otro asunto.
F.N.
Bueno, sí claro. Yo también fui soltero muchos años y oficialmente aún lo soy. Y soy derrochadoramente tacaño.
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