Enlace Paraguas-Nueva
Y, al final, nos casamos. Lo hicimos ante un juez que nos preguntó si queríamos leer algún texto. Estuve tentado de decirle que sí, que deseaba leer algún fragmento al azar de mi bella obra “Mónica había explotado y yo tenía entre mis manos restos de su páncreas y un misterio por resolver”, pero tuve un ataque de seriedad, desistí y dejé que el magistrado se limitara a recitar algunos capítulos de la Constitución. Al acabar, me preguntó si estaba de acuerdo. Yo me había distraído bastante durante la ceremonia pensando en mis cosas e ignoraba a qué se refería exactamente el juez, pero como hubiera quedado mal pedirle que repitiera la pregunta dije “sí”. A la Nueva le sucedió algo similar, pero también dijo “sí”, tras lo cual el juez nos declaró marido y mujer. Y, contra todo pronóstico, nuestro padrino, Flash, no había perdido los anillos. Así que nos los pusimos, nos dimos un beso bastante protocolario, tipo “bueno, nos vemos luego” y el elegido público que asistió a nuestro enlace aplaudió fervorosamente, no sé si a nosotros o al juez, como agradeciéndole su brevedad.
Luego nos atracamos como cerdos en un exquisito banquete tras el cual prometimos no volver a comer en un par de días, pero por la noche cenamos un huevo frito y un donut mientras contemplábamos con cariño nuestro recién estrenado Libro de Familia, según el cual podemos tener seis hijos -muchos más de los que preveíamos-, morirnos una vez y perder la patria potestad otra. Una vida por delante, en fin.
Luego nos atracamos como cerdos en un exquisito banquete tras el cual prometimos no volver a comer en un par de días, pero por la noche cenamos un huevo frito y un donut mientras contemplábamos con cariño nuestro recién estrenado Libro de Familia, según el cual podemos tener seis hijos -muchos más de los que preveíamos-, morirnos una vez y perder la patria potestad otra. Una vida por delante, en fin.
9 Comments:
Pues que sea para bien, que seáis muy felices y que comáis perdices.
Pues muchas muchas felicidades. Ya me habría gustado asistir a vuestra boda, qué pena. Pues nada a llenar el libro de familia.
¿Al final? ¿Por qué al final? ¿Cómo que os casateis al final?
Qué tierno...
Lástima tu ataque de seriedad. Leer algo de "mónica había explotado" hubiese sido ideal.
En fin, que disfruten ustedes muchísimo de su libro y de todo lo demás.
Muchos besos.
Huevo frito con donut?
Papeles, que empiezas por pensar que no hacen falta y con el tiempo, el sentido común te hace ver que son necesarios para ahorrarte quebraderos de cabeza.
Lo bonito es que ahora podéis decir cosas como: "ha llamado mi marido, me tengo que ir". "No, no puedo, mi mujer y yo..." "Tengo que consultarlo con mi marido..."
Que aunque no lo parezca, abre todo un mundo de libertad...
¡Enhorabuena!
Aún no me lo creo.
Tú estas seguro de haber leído bien eso de que sólo se puede morir una vez?
Besotes
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