El nuevo título del Sha
Leí casualmente que, casualmente, el 22 de noviembre de 1963 no sólo murió Kennedy: también lo hicieron CS Lewis, el autor de las Cartas del diablo a su sobrino y Aldous Huxley, el de Un mundo feliz y otras muchas cosas más que desconozco. Me dio por reflexionar otra vez en mi compulsiva obsesión por las coincidencias hasta que me di cuente de que, en realidad, ese día murió a buen seguro muchísima más gente. Y de que, sin duda, no tengo motivo personal alguno para que estas tres muertes coincidentes me llamen tanto la atención, dado que de Lewis apenas sé nada, más allá de que una vez conocí al sobrino del diablo en persona. Y de Huxley aún sé menos.
El suyo, el de Aldous Huxley, es sin embargo un nombre que siempre ha tintineado tontamente en mi memoria desde que, hace ya muchos años, leí en la prensa un anuncio de la Enciclopedia Británica. En el anuncio, como fantástico reclamo, se incluía una frase de Gabriel García Márquez, por aquel entonces en el cenit de su fama. Decía el colombiano:
“Alguna vez oí decir que Aldous Huxley había leído hoja por hoja los treinta volúmenes de la Encyclopaedia Britannica y durante años soñé con repetir esa proeza agotadora y fructífera”
Desde entonces mi imagen de Huxley es la de un anciano con gafas que lee una descomunal y polvorienta enciclopedia, desdeñando las bandejas llenas de comida que una preocupada esposa le hace llegar a su atiborrado despacho.
En fin. Cosas mías. El caso es que recorté aquel anuncio de la Enciclopedia Británica y lo guardé cuidadosamente en una de mis carpetas para vete a saber qué futura utilidad. Al enterarme, hoy, de la coincidencia fúnebre entre Kennedy, Lewis y Huxley me dio por buscar en Internet más detalles sobre la grandiosa proeza lectora de Huxley citada por García Márquez. Empecé por la wikipedia, lo que no deja de tener su qué pues se trata de buscar información acerca de una enciclopedia en otra enciclopedia. Pero, curiosamente, la wikipedia no refiere el episodio de Huxley con la Enciclopedia Británica pero sí la de otros individuos que llegaron a leerse entera la gigantesca obra. Incluso la de al menos dos personas que se leyeron de cabo a rabo dos ediciones diferentes. Sin embargo, lo que me ha impresionado, y lo que en realidad motiva este largo y extravagante post, es la historia de Fat´h Ali (1772-1834). Copio y pego:
“Cuando Fat´h Ali se convirtió en el Sha de Persia en 1797, le regalaron un set completo de la tercera edición de la Enciclopedia Británica, la cual leyó completamente; luego de esta hazaña, extendió su título de realeza para agregarle El Más Formidable Señor y Maestro de la Enciclopedia Británica”
¡Maestro de la Enciclopedia Británica! Yo mataría por ese título.
El suyo, el de Aldous Huxley, es sin embargo un nombre que siempre ha tintineado tontamente en mi memoria desde que, hace ya muchos años, leí en la prensa un anuncio de la Enciclopedia Británica. En el anuncio, como fantástico reclamo, se incluía una frase de Gabriel García Márquez, por aquel entonces en el cenit de su fama. Decía el colombiano:
“Alguna vez oí decir que Aldous Huxley había leído hoja por hoja los treinta volúmenes de la Encyclopaedia Britannica y durante años soñé con repetir esa proeza agotadora y fructífera”
Desde entonces mi imagen de Huxley es la de un anciano con gafas que lee una descomunal y polvorienta enciclopedia, desdeñando las bandejas llenas de comida que una preocupada esposa le hace llegar a su atiborrado despacho.
En fin. Cosas mías. El caso es que recorté aquel anuncio de la Enciclopedia Británica y lo guardé cuidadosamente en una de mis carpetas para vete a saber qué futura utilidad. Al enterarme, hoy, de la coincidencia fúnebre entre Kennedy, Lewis y Huxley me dio por buscar en Internet más detalles sobre la grandiosa proeza lectora de Huxley citada por García Márquez. Empecé por la wikipedia, lo que no deja de tener su qué pues se trata de buscar información acerca de una enciclopedia en otra enciclopedia. Pero, curiosamente, la wikipedia no refiere el episodio de Huxley con la Enciclopedia Británica pero sí la de otros individuos que llegaron a leerse entera la gigantesca obra. Incluso la de al menos dos personas que se leyeron de cabo a rabo dos ediciones diferentes. Sin embargo, lo que me ha impresionado, y lo que en realidad motiva este largo y extravagante post, es la historia de Fat´h Ali (1772-1834). Copio y pego:
“Cuando Fat´h Ali se convirtió en el Sha de Persia en 1797, le regalaron un set completo de la tercera edición de la Enciclopedia Británica, la cual leyó completamente; luego de esta hazaña, extendió su título de realeza para agregarle El Más Formidable Señor y Maestro de la Enciclopedia Británica”
¡Maestro de la Enciclopedia Británica! Yo mataría por ese título.
Etichette: Diccionarios y enciclopedias, Gabriel García Márquez
2 Comments:
Es curioso el nombre, "Enciclopedia británica". Suena tan provinciano... Nunca había pensado que "Enciclopedia catalana" sonara provinciano.
Creo que deberían llamarse "Enciclopedias en /ó/de + [nombre de la lengua o nación]"
Y parecería mucho más universal.
Te obsesionan las coincidencias: ¡Bienvenido al club, Maestro! (tomaré, con tu permiso, este post como ejemplo de una... próximamente)
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