Cascotes
Pepe Gotera y Otilio ya se han ido. La Nueva y yo estamos pasando un agradable fin de semana retirando los cascotes que dejaron a su paso, para que mañana, lunes, cuando llegue el Doctor Bacterio dispuesto a instalarnos el parquet, tenga sitio para esparcir sus propios cascotes. Y cuando vete a saber cuándo se vaya el Doctor Bacterio, la Nueva y yo volveremos a limpiar para que cuando llegue el tipo que se parecerá sin duda a una mezcla de Antoni Tàpies y Tortell Poltrona a pintarnos el piso, tenga sitio para sus cascotes. Estamos aprendiendo mucho del arte de la paciencia y del mundo de los cascotes. Y ahora me desconecto otra vez para retirar los minúsculos cascotes que Otilio introdujo hábilmente en el disco duro.
3 Comments:
Los únicos cascotes que valen la pena son los que quedan sobre la mesa tras una sesión cervecera. Asegurate que de esos tan engorrosos de los que te has de deshacer sean no retornables, porque igual estás dejando perder una pasta para invertir en posteriores obras que generen más cascotes que a su vez te generen más ganancias, para así volver a... da igual, lo dejo ya. Saludos!
que te sea leve todo con tanta obra y cambio en casa... a mí una vez se me cayeron los techos y me los tuvieron que poner nuevos, fue un desastre tot plegat...
Animo con las obras y enhorabuena por sobrevivir.
Me gusta mucho tu blog.
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