Despedidas
La otra noche llegué a casa tras una larga jornada sentado ante el piano en la casa de citas en la que trabajo y me encontré a la Nueva escuchando música, algo realmente insólito, no porque a la Nueva no le guste la música sino porque a ella lo que realmente le gusta es que le pongan música. La Nueva estaba escuchando un disco de Lluís Llach, el cantautor catalán que, como sabréis o como quizá no, hace unos pocos días se despidió del público con un último concierto.
-Vi la despedida de Llach en la tele -me explicó la Nueva- y tuve ganas de oír algunas canciones.
Nos pasamos un buen rato, mientras cenábamos, oyendo a Llach. A mí, Llach me gustó mucho desde muy jovencito y dejó de gustarme tanto cuando, hacia los años 90, un insensato le introdujo en las posibilidades de la informática en el ámbito musical. Pero las canciones anteriores las he seguido escuchando toda mi vida. Siempre digo que, cuando yo me muera, la ceremonia fúnebre debe limitarse a la audición de Si arribeu i de Que tinguem sort. Luego, si la gente se anima, que pongan discos de los Beatles, de Jacques Brel, de Gardel o hasta de los Gipsy Kings, que beban un poco y se rían mucho recordando viejas anécdotas mías, falsas o reales, como aquel día en el que, al salir de otra larga jornada ante el piano en la casa de citas me estaba pelando de frío en la parada del autobús y dudaba de si esperarlo o coger un taxi.
-Si pasa un taxi antes de que venga el autobús, lo cojo -pensaba yo.
Y en esas que no pasaba ningún taxi y llegó el autobús. Y yo, pensando en mis cosas, en autobuses y en taxis, subí y le dije al conductor:
-A la calle Valencia con la Meridiana, por favor.
El autobusero me miró con cara de sorpresa, y eso me he hizo reaccionar y darme cuenta de que un autobús no es un taxi.
-¿Va hacia allí, verdad? -dije para arreglar algo el ridículo.
-Claro, claro -dijo él.
Abochornado, me senté en la última fila, tarareando discretamente Si arribeu.
-Vi la despedida de Llach en la tele -me explicó la Nueva- y tuve ganas de oír algunas canciones.
Nos pasamos un buen rato, mientras cenábamos, oyendo a Llach. A mí, Llach me gustó mucho desde muy jovencito y dejó de gustarme tanto cuando, hacia los años 90, un insensato le introdujo en las posibilidades de la informática en el ámbito musical. Pero las canciones anteriores las he seguido escuchando toda mi vida. Siempre digo que, cuando yo me muera, la ceremonia fúnebre debe limitarse a la audición de Si arribeu i de Que tinguem sort. Luego, si la gente se anima, que pongan discos de los Beatles, de Jacques Brel, de Gardel o hasta de los Gipsy Kings, que beban un poco y se rían mucho recordando viejas anécdotas mías, falsas o reales, como aquel día en el que, al salir de otra larga jornada ante el piano en la casa de citas me estaba pelando de frío en la parada del autobús y dudaba de si esperarlo o coger un taxi.
-Si pasa un taxi antes de que venga el autobús, lo cojo -pensaba yo.
Y en esas que no pasaba ningún taxi y llegó el autobús. Y yo, pensando en mis cosas, en autobuses y en taxis, subí y le dije al conductor:
-A la calle Valencia con la Meridiana, por favor.
El autobusero me miró con cara de sorpresa, y eso me he hizo reaccionar y darme cuenta de que un autobús no es un taxi.
-¿Va hacia allí, verdad? -dije para arreglar algo el ridículo.
-Claro, claro -dijo él.
Abochornado, me senté en la última fila, tarareando discretamente Si arribeu.
Etichette: Minutos musicales
8 Comments:
me has hecho pensar en qué canción pondría en mi funeral y no lo sé... jo ahora tengo un dilema... a mi LLach, ni fu ni fa, aunque tiene alguna canción que me parece bonita, el día que te conozca te digo cual y por qué... recuerdos para ti y la Nueva!
por cierto muy bueno lo del autobús diciéndole como si fuera un taxista...
paula
Muy tierno :)
ah ah ah!
Hoy precisamente iba canturreando por la calle "Tinc un clavell per tu"
yo no tengo momentos remember con llius llach,debe ser porque nunca me a gustado,debo ser una hereje,pero no entiendo ni siento su musica,lo unico que siento es que se retire porque es una figura important de la musica catalana
Del Sr. LLach, yo lo que espero es que se retire de verdad, de verdad de la buena. Me parece sencillamente insoportable.
Hola , no me gusta mucho llach , me gusta mucho SISA , quiza es mi cantante preferido .
Hablando de SISA , Una cancion para entierros muy buena es " "quisiera ser poeta , quisiera ser poema " del gato perez .
Quisiera ser poeta
y obedecer al cielo
decir que sí al destino
y despegar el vuelo.
Abandonarlo todo
para emprender un viaje
adonde resucitan
las ilusiones muertas.
Para no ver de cerca
a mis amigos tristes,
a nuestros hijos grandes
y a nuestros viejos lejos.
Quisiera ser poeta
para empezar de nuevo
antes de que alguien pida
mi tímido relevo.
Quisiera ser cometa,
dejar que flote el tiempo
porque aprendí que nada
arregla el sufrimiento.
Ir donde no me encuentre
gente desagradable
que me recuerda siempre
algún sueño pendiente.
Quisiera ser cometa
para arrancar de cero
antes de que descubra
que todo fue un camelo.
Qué inmenso ser amado
y amar a un semejante
pero el amarse a uno
también es importante.
jajajajaja què bo
sé que no era un chiste però m'ha fet gràcia
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