lunedì, gennaio 16, 2012

Reproches

De repente, Umbrello dejó en el suelo su trenecito de juguete, nos miró a su madre y a mí y preguntó:

-¿A mí quién me hizo?

La Nueva inició entonces una breve pero dificultosa explicación para satisfacer la curiosidad del niño –“un poco de mamá y un poco de papá, ejem, y plis y plas y así llegaste a la barriguita de mamá”.
Umbrello volvió a mirarnos, diría que con cierta incredulidad.

-¿Y cómo salí de ahí? –preguntó.
-Te sacó el médico –dije yo.

Umbrello pareció reflexionar durante unos segundos.

-¿Y cómo se llamaba el médico? –dijo entonces.

Dirán ustedes qué gracioso, qué cosas tan divertidas tienen los niños de tres años y medio y yo diré claro, Umbrello es con seguridad el niño más gracioso y además el más inteligente y, por supuesto, el más guapo del mundo, sólo en dura competencia con su hermano menor Fratello, así lo sé yo y así me lo confirman en el barrio. De eso no hay duda. Pero… ¿por qué preguntó “y cómo se llamaba el médico” con ese claro tono de reproche? Sólo le faltó llamarle vil matasanos.

mercoledì, gennaio 11, 2012

Cyril Connolly

Dos trascendentales sentencias de Cyril Connolly:

"El ocio, ese horrible intervalo entre comida y comida".

Y por si fuera poco:

"Debería haber una letra M especial para calificar las películas en las que sale un mayordomo. Así estaríamos advertidos".

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