"Ya sé que estos recuerdos no son alegres ni significativos, pero no tengo otros"
Ivan S.Turguénev: Diario de un hombre superfluo
mercoledì, aprile 22, 2009
Ofensa
Una vez, durante nuestro breve noviazgo, la Nueva me dijo que me amaba por mi fina inteligencia, mi simpatía y amabilidad, mis sofisticados gustos y mi extraña belleza.
En el Grand National de 1956 el caballo Devon Loch desperdició un triunfo que tenía en sus pezuñas: dominaba la carrera a placer cuando, a falta de unos miserables treinta metros, se tiró en plancha absurdamente como si se tratara de un jugador de rugby en busca de un placaje. Nunca se supo qué le ocurrió a Devon Loch. Se cree que alguna sombra quizá le confundió y vio delante suyo un último obstáculo inexistente qué saltar. En cualquier caso Devon Loch perdió una carrera que tenía ganada y, desde entonces, en el lenguaje deportivo inglés "to do a Devon Loch" (hacer un Devon Loch) significa exactamente eso: desperdiciar en el último momento una victoria que está asegurada. Devon Loch pertenecía a la Reina que, tras observar la tontería que acababa de hacer su caballo, comentó:
-Las carreras son así.
No sé si con esa frase inventó la Reina en ese preciso momento el tópico que asegura que el fútbol es así.