sabato, giugno 12, 2010

Mudanzas

En apenas unas semanas, la Nueva, Umbrello, Fratello y yo -la familia entera, en fin-cambiaremos de piso. Con ese motivo estuve buscando esta mañana una empresa de mudanzas que, por un módico precio, conviniera en tomar nuestros bártulos y llevárselos al nuevo domicilio donde, por otro lado, Pepe Gotera y Otilio siguen dando los últimos martillazos con el objeto de que seamos allí lo más felices posible. Así que hice lo que, durante décadas, los occidentales han hecho al emprender una mudanza: entré en Google y repasé de entre la larga lista de compañías que ofrecen sus servicios al respecto la que más me convenciera.

-¡Dios mío! ¡Qué mal gusto! -exclamé al cabo de unos minutos.
-¿Qué ocurre? -dijo la Nueva preocupada.
-¿Cómo alguien puede poner ese nombre a su empresa? -protesté.
-¿Qué nombre?
-Mira: Mudanzas Anticristo -leí.
-Ejem -dijo la Nueva- Ahí pone Mudanzas Anticrisis.

Serán los años. O el estrés de la premudanza. No hace muchos días, andando por la calle, confundí a la honesta Gestoría Baltanás con la infernal Gestoría Satanás. En cuanto a la mudanza, me gustaría decir que la del Anticristo es la compañía que elegí, pero faltaría a la verdad y en estos temas -las mudanzas- mejor no bromear.

Etichette: