No estamos solos
¡La Nueva y yo ya no estamos solos! Ahora tenemos una planta. No sé de qué tipo es, ni a qué familia pertenece. También ignoro qué cuidados requiere, pero por ahora parece sobrevivir sin demasiados problemas y hasta se desarrolla con notable vitalidad. Como todos los seres vivos merecen tener un nombre, la hemos bautizado como Planta, sin mucha imaginación ciertamente. Planta no habla mucho, por no decir nada, pero yo la saludo cada mañana y el otro día oí que la Nueva hacía lo mismo. El resto del día, la verdad, la dejo bastante a su aire, porque no quiero inmiscuirme por ahora en su recatada vida de pólenes, pistilos y fotosíntesis, pero tengo grandes planes para su futuro que pronto le comentaré a la Nueva. Sueño con hacerme con otros especímenes que hagan compañía a Planta. Entonces penetraré poco a poco en los arcanos y secretos del injerto y del barbecho, de la poda, el aclareo y el riego, convertiré nuestro modesto balcón en una ejemplar y moderna explotación herbicultural, aumentaré de forma rápida y espectacular nuestros ingresos, siempre por supuesto de manera limpia, lúdica, ecológica y sostenible, y acumularé capital hasta que un día me dé por levantar un puño al aire y mascullar:
-¡A la mierda todo!
Y entonces me acercaré a la primera agencia de viajes que encuentre y adquiriré allí tres pasajes en primera clase a Nueva York donde la Nueva, Planta y yo pasaremos las próximas fiestas navideñas mascullando todo tipo de alegres tonterías.
-¡A la mierda todo!
Y entonces me acercaré a la primera agencia de viajes que encuentre y adquiriré allí tres pasajes en primera clase a Nueva York donde la Nueva, Planta y yo pasaremos las próximas fiestas navideñas mascullando todo tipo de alegres tonterías.
2 Comments:
increíble, consigues superarte relato a relato. Me encanta esta nueva saga a la que yo bautizo como "La Nueva".
Por cierto, feliz año para ti también
Gracias, hermanita. Me pongo asonrojado.
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