Mónica había explotado (9)
A veces, por las noches, si me cansaba de Uma Thurman soñaba con Mónica. Y en sueños ella me decía:
-Voy a hacerme las uñas.
Se iba al baño y se hacía las uñas y al cabo de un rato volvía y se sentaba a mi lado en el sofá y yo decía sorprendido:
-No has explotado.
-Pero qué dices, burro -decía ella.
¡Qué reales son a veces los sueños! Porque burro era el apelativo cariñoso con el que Mónica solía tratarme familiarmente. Entonces en el sueño yo la besaba en la mejilla y ella se dejaba hacer pánfilamente, hasta que al cabo de un rato me decía:
-Basta, joder.
Mónica me apartaba y encendía la tele y veíamos “Super Tomate”, una nueva versión de “Tomate”. Según decía la cartelera del periódico, se trataba de la versión del director. Al oír la sintonía de “Super Tomate”, Mistetas llegaba ladrando y se tumbaba en el regazo de Mónica. En los sueños, Mistetas no parecía tan hijo de puta como en la realidad, pero sí tan sarnoso como siempre me había parecido. Los tres veíamos “Super Tomate”, pero yo acababa durmiéndome en mi propio sueño y soñaba que iba en bicicleta por las carreteras de Bélgica con Uma Thurman y que Mistetas nos perseguía ladrando hasta que, de repente, una explosión me despertaba de ese sueño dentro del sueño: el Mistetas que veía “Super Tomate” había explotado y su páncreas se había incrustado en la pantalla de la tele y no había manera de seguir viendo “Super Tomate” y yo no podía volver a soñar con Uma y con nuestras pedaladas belgas, porque Mónica gritaba y se rasgaba las vestiduras con sus uñas recién hechas y no había manera de calmarla.
Por suerte, aparecía mi hermano Venancio sonriendo y disfrazado de Mickey Mouse y limpiaba la pantalla, Mónica se tranquilizaba y podíamos seguir disfrutando de “Super Tomate” y poco a poco yo volvía a dormirme en mi propio sueño y soñaba que en el programa presentaban a una nueva invitada, que no era otra que la señora Moby Dick, la protagonista principal del gran escándalo del año pues pretendía casarse con mossèn Sugranyes, un sacerdote muerto. El presentador de “Super Tomate”, cuyo rostro se parecía asombrosamente a Mistetas, ponía cara de falso espanto y le decía a la señora Moby Dick:
-¡Pero vamos a ver! ¿Cómo se va a casar con un sacerdote muerto?
-¡Y por qué no! -gritaba la señora Moby Dick.
-¿Y mossèn Sugranyes qué dice? -decía el presentador.
Pero mossèn Sugranyes no decía nada, porque estaba flácidamente muerto en su butacón. Mónica reía tontamente y me daba codazos y me decía “¡mira, mira, es mamá!”, como si yo no reconociera a la señora Moby Dick, y esos codazos me despertaban, pero ya no sé de qué sueño, y antes de descubrir en cuál estaba, acababa explotando yo mismo y del susto volvía a la realidad y recordaba que Mónica había explotado. Y en ese momento pensaba: ¿y si todo fuera un sueño? Así que me rasgaba la cara con las uñas y tanto me dolía que me daba cuenta de que no, de que no era ningún sueño y de que Mónica había explotado.
-Voy a hacerme las uñas.
Se iba al baño y se hacía las uñas y al cabo de un rato volvía y se sentaba a mi lado en el sofá y yo decía sorprendido:
-No has explotado.
-Pero qué dices, burro -decía ella.
¡Qué reales son a veces los sueños! Porque burro era el apelativo cariñoso con el que Mónica solía tratarme familiarmente. Entonces en el sueño yo la besaba en la mejilla y ella se dejaba hacer pánfilamente, hasta que al cabo de un rato me decía:
-Basta, joder.
Mónica me apartaba y encendía la tele y veíamos “Super Tomate”, una nueva versión de “Tomate”. Según decía la cartelera del periódico, se trataba de la versión del director. Al oír la sintonía de “Super Tomate”, Mistetas llegaba ladrando y se tumbaba en el regazo de Mónica. En los sueños, Mistetas no parecía tan hijo de puta como en la realidad, pero sí tan sarnoso como siempre me había parecido. Los tres veíamos “Super Tomate”, pero yo acababa durmiéndome en mi propio sueño y soñaba que iba en bicicleta por las carreteras de Bélgica con Uma Thurman y que Mistetas nos perseguía ladrando hasta que, de repente, una explosión me despertaba de ese sueño dentro del sueño: el Mistetas que veía “Super Tomate” había explotado y su páncreas se había incrustado en la pantalla de la tele y no había manera de seguir viendo “Super Tomate” y yo no podía volver a soñar con Uma y con nuestras pedaladas belgas, porque Mónica gritaba y se rasgaba las vestiduras con sus uñas recién hechas y no había manera de calmarla.
Por suerte, aparecía mi hermano Venancio sonriendo y disfrazado de Mickey Mouse y limpiaba la pantalla, Mónica se tranquilizaba y podíamos seguir disfrutando de “Super Tomate” y poco a poco yo volvía a dormirme en mi propio sueño y soñaba que en el programa presentaban a una nueva invitada, que no era otra que la señora Moby Dick, la protagonista principal del gran escándalo del año pues pretendía casarse con mossèn Sugranyes, un sacerdote muerto. El presentador de “Super Tomate”, cuyo rostro se parecía asombrosamente a Mistetas, ponía cara de falso espanto y le decía a la señora Moby Dick:
-¡Pero vamos a ver! ¿Cómo se va a casar con un sacerdote muerto?
-¡Y por qué no! -gritaba la señora Moby Dick.
-¿Y mossèn Sugranyes qué dice? -decía el presentador.
Pero mossèn Sugranyes no decía nada, porque estaba flácidamente muerto en su butacón. Mónica reía tontamente y me daba codazos y me decía “¡mira, mira, es mamá!”, como si yo no reconociera a la señora Moby Dick, y esos codazos me despertaban, pero ya no sé de qué sueño, y antes de descubrir en cuál estaba, acababa explotando yo mismo y del susto volvía a la realidad y recordaba que Mónica había explotado. Y en ese momento pensaba: ¿y si todo fuera un sueño? Así que me rasgaba la cara con las uñas y tanto me dolía que me daba cuenta de que no, de que no era ningún sueño y de que Mónica había explotado.
11 Comments:
Si yo fuera Uma Thurman me preguntaría... que hago yo en semejante embrollo???
Ufff... menos mal que no soy ella.
Besitos.
Si Uma Thurman no se asustó en "Kill Bill" no veo por qué tiene que asustarse en "Mónica había expotado".
¡Qué bestialidad!
Genial! Segueixo tots els teus posts, m'alegres cada matí. Gràcies.
Zoe! Tú ets nova!
Si la señora Moby Dick al final se casa con el mossén muerto posiblemente explotará toda la ciudad. Uma Thurman también.
Saludos!
Como se suele decir: Que peti tot!
En este punto de la historia se confirma mi sospecha: creo que el escritor ha aspirado repetidamente el esmalte de uñas de su señora esposa y se ha trastocado. Pero nada....sólo un poquito... ups...
El esmalte de uñas se puede aspirar? Mmmm... No lo sabía. Ahora vuelvo.
Llamadme sibarita... pero prefiero aspirar lo que sirve para quitar el esmalte... ¿Qué como conozco tantos productos cosméticos?...algún dia os lo explicaré...
novena part ja... crec que em vaig quedar en la 7a... m'hi hauré de posar al dia :S
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