mercoledì, maggio 09, 2007

La búsqueda disimulada

Una de las Sisters cuenta hoy en su blog (http://thelesbiansisters.blogspot.com/) que ha perdido sus maravillosas gafas de sol y que, por mucho que las busca, no las encuentra. La Sister atribuye a la pérdida de las gafas a que su casa es muy rara y llega al punto de recurrir a mágicos conjuros como el que le aconseja una amiga uruguaya que, francamente, me parece poco práctico.
Lo que la Sister (¿Paula o Odile? Nunca sé quién habla en ese blog) ignora, o quizá olvida, es que las cosas, incluso unas gafas rojas, tienen vida propia y que, como cualquier persona, a veces necesitan estar solas. Es así como desaparecen y, por mucho que las busques, no las encuentras. Por que ellas no quieren.
El mejor método para encontrar algo perdido en casa es la búsqueda disimulada. Pero hay que hacerlo bien: hay que disimular mucho. Yo soy un artista del disimulo, una habilidad que he perfeccionado a lo largo de los años y que me permite encontrar todo tipo de objetos perdidos.
Un ejemplo: ayer perdí la calculadora. O, para ser más exactos, la calculadora se perdió. Soy bastante ordenado y acostumbro a saber dónde guardo las cosas. Sin embargo, la calculadora no estaba en su sitio y yo la necesitaba urgentemente para determinar, ni que fuera por aproximación, el alcance de mi incalculable fortuna. El proceso de búsqueda de un objeto desaparecido empieza, invariablemente, por atribuir la pérdida a otra persona. Así lo hice:

-¡Otra vez la Nueva! ¡Qué tía tan desordenada! -me dije a mí mismo.

Sin embargo, pronto me di cuenta de que era absurdo atribuir a la Nueva la pérdida. Aunque ella es amante del desorden más monstruoso difícilmente habría tocado la calculadora, pues además de una capacidad para desordenar las cosas que ni te cuento, también posee una inimaginable capacidad de cálculo mental, que le permite resolver sin recurrir a aparatos electrónicos sumas, restas, multiplicaciones, divisiones y hasta esas cosas que en la escuela se llamaban rufinis y que tenían muchas equis, y que nunca llegué a entender.

-Si la Nueva no ha sido -me dije entonces- es que la calculadora se ha escondido.

¿Por qué puede esconderse una calculadora? Para jugar no será, desde luego, pues suelen ser aparatos bastante serios, y para follar tampoco, claro, con quién iba a hacerlo. ¿Con el móvil, que perdí hace dos días y aún no he hallado? Me parece inimaginable y hasta de mal gusto. O sea, que la calculadora se había escondido porque deseaba estar sola.

-Por mucho que busque -pensé- no la encontraré. A menos que lo haga con disimulo.

Y así empecé a buscar la calculadora disimuladamente. Paseé lentamente por las zonas que suele transitar, haciendo ver que casualmente quitaba una mota de polvo, observaba el lomo de un libro, etc. Pero ni así, la muy pillastre seguía sin aparecer. Había que recurrir al plan B, que consiste en simular que se busca otra cosa:

-Ay caray -dije en voz alta, y mirando de reojo a todos lados- ¿Dónde está el móvil?

Eso suele funcionar casi siempre, pues el objeto perdido se siente herido en su amor propio.

-¿Por qué el amo está buscando al móvil, que está follando con el libro de cocina de Ferran Adrià, y no me busca a mí? -se dijo entonces la calculadora, molesta.

Sonreí cuando al final la vi, en su sitio, como siempre.

5 Comments:

Blogger Raquel said...

Jordi, si hubieses escrito este post hace un año te aseguro que mi antiguo blog se habría titulado "Buscando Animal de Compañía" o algo similar...

La búsqueda disimulada... qué invento!!

Un beso.

12:56 PM  
Blogger SBP said...

Ja ja! Ahora entiendo porque los condones a veces están y a veces no están

3:05 PM  
Blogger Cabeza Mechero said...

¿Este método también sirve para hallar otro tipo de pérdidas? ¿Si práctico en lo del disimulo reencontraré el juicio? Me pondré a ellos de aquí unos años.en

3:14 PM  
Blogger The lesbian sisters said...

hola jordi, una aclaración, la que escribe desde hace mucho mucho tiempo soy yo, paula, la que canta, y ahora hace la tira que no lo hace es odile...

mola que te haya sugerido un post!

4:04 PM  
Blogger Bruja said...

Para la próxima vez que se me vuelva a perder el anillo de mi mano izquierda, tendré en cuenta esta entrada. Jode tener que buscar en un suelo donde ese pequeño objeto puede esconderse tan bien.

12:30 PM  

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