Planes de estudio
La Nueva y yo desayunábamos viendo las noticias y nos enteramos de que en no sé donde se ha reunido un grupo de astrónomos con el objetivo de definir qué es un planeta y cuántos de ellos hay en el sistema solar, si Plutón es un planeta en realidad y si algunos otros que hasta ahora no se consideraban como tales también lo son. O no. En fin, que si todos los candidatos fueron aceptados, podríamos llegar a tener hasta una docena larga de planetas en nuestro sistema solar, no como nueve hasta ahora.
-Los niños se van a cagar en los astrónomos -dije.
-¿Por qué? -preguntó la Nueva.
-Van a tener que estudiar una lista interminable -expliqué.
-Ah -dijo ella.
-Pero en realidad no sé si los niños de ahora estudian esas cosas -repuse.
Y pasamos a discutir si los niños de ahora estudian los planetas del sistema solar. En mis tiempos se hacía, pero de eso hace mucho tiempo, el descubrimiento de los planetas casi era una novedad, y tengo la sospecha de que los niños actuales se limitan a estudiar chorradas como ética y plastilina, y con poco aprovechamiento en el caso de la ética. Yo veo por la calle niños poco éticos, por mucho que quizá sean maestros de la plastilina. La Nueva incluso duda de que los niños de ahora traten con plastilina.
-Los niños de ahora no saben nada -dije con voz de abuelo cascarrabias.
-Mis hermanos mayores se saben la lista de los reyes godos -apuntó la Nueva.
-Qué envidia. En mis tiempos ya no se estudiaba eso -exclamé yo- Ahora me sabría la lista de los reyes godos.
En mis tiempos, he recordado, los lista de los godos ya estaba desterrada de los planes de estudio. Se estudiaba básicamente el feudalismo. Cada año lo mismo. Daba inicio un nuevo curso y, a los pocos días, el maestro empezaba a explicarnos el feudalismo. Nunca entendí la obsesión de mi escuela por el sistema feudal, con sus señores y sus siervos, su diezmo y su usufructo, su barbecho y sus hambrunas, su derecho de pernada y todas esas cosas. Dado que en aquellos momentos vivíamos en los albores de una frágil democracia, llegué a pensar que nos preparaban para un retorno al feudalismo, por si las moscas. No aprendí muchas más cosas en la escuela, pero salí hecho un experto en el feudalismo. Le hablas a un niño de ahora del barbecho y te habla de ética y plastilina como un imbécil. En qué mundo vivimos.
-Los niños se van a cagar en los astrónomos -dije.
-¿Por qué? -preguntó la Nueva.
-Van a tener que estudiar una lista interminable -expliqué.
-Ah -dijo ella.
-Pero en realidad no sé si los niños de ahora estudian esas cosas -repuse.
Y pasamos a discutir si los niños de ahora estudian los planetas del sistema solar. En mis tiempos se hacía, pero de eso hace mucho tiempo, el descubrimiento de los planetas casi era una novedad, y tengo la sospecha de que los niños actuales se limitan a estudiar chorradas como ética y plastilina, y con poco aprovechamiento en el caso de la ética. Yo veo por la calle niños poco éticos, por mucho que quizá sean maestros de la plastilina. La Nueva incluso duda de que los niños de ahora traten con plastilina.
-Los niños de ahora no saben nada -dije con voz de abuelo cascarrabias.
-Mis hermanos mayores se saben la lista de los reyes godos -apuntó la Nueva.
-Qué envidia. En mis tiempos ya no se estudiaba eso -exclamé yo- Ahora me sabría la lista de los reyes godos.
En mis tiempos, he recordado, los lista de los godos ya estaba desterrada de los planes de estudio. Se estudiaba básicamente el feudalismo. Cada año lo mismo. Daba inicio un nuevo curso y, a los pocos días, el maestro empezaba a explicarnos el feudalismo. Nunca entendí la obsesión de mi escuela por el sistema feudal, con sus señores y sus siervos, su diezmo y su usufructo, su barbecho y sus hambrunas, su derecho de pernada y todas esas cosas. Dado que en aquellos momentos vivíamos en los albores de una frágil democracia, llegué a pensar que nos preparaban para un retorno al feudalismo, por si las moscas. No aprendí muchas más cosas en la escuela, pero salí hecho un experto en el feudalismo. Le hablas a un niño de ahora del barbecho y te habla de ética y plastilina como un imbécil. En qué mundo vivimos.
Etichette: Educación
8 Comments:
A mí con lo que más me machacaron en la escuela fue con los conjuntos, subconjuntos y el dichoso ¡¡ conjunto vacío !! que para ser la gilipollez que era, mira que le daban importancia...
Es algo que no entenderé jamás!
A mí los reyes godos tampoco me tocaron, pero los planetas sí, claro... de hecho yo sólo los sé decir todos en el orden en el que lo cantaban Enrique y Ana..
Y lo de la plastilina... no lo tengo muy claro... pero la verdad es que no tengo ni idea de a qué dedican su tiempo los niños de hoy.
Saludos!
A perder el tiempo. Si ni siquiera les suspenden, me parece.
Pues tienes cierta razón yo que estoy más de tu lado que del lado de los jóvenes (sin comentarios)supongo que con tanto reformar los planes de estudio a lo mejor resulta que somos una República como dijo el hermanito del Bush...
No sé. Yo sólo veo que a los chavales la ética se la sopla igual que a nosotros la religión y el jesusito de mi vida.
Del latín, sólo me acuerdo del "Alea jacta Est" no tenía nada que ver con arrear a la jaca y que "ad Hostiarium" no es darse de leches, sino estar en el puerto de Ostia (o era al revés? nose).
Pal caso, los que sí se van a forrar son: Los astrólogos, los de las enciclopedias, los del trivial, los de los libros de texto... Y demás.
Mola el blog.
Un saludo.
Coño! pues yo voto por "Chanquete" que es más familiar!
Digamos que el estudio de los planetas, a dia de hoy, está en barbecho. En mi escuela no estaban obsesionados ni con los planetas ni con el feudalismo, pero si con los barbechos... Me encanta esa palabra, la digo cada dia a poco que pueda... este trabajo lo dejo en barbecho, este otro también... así que al final suelo no hacer nada. En definitiva que el barbecho soy yo... improductivo... pero con la diferencia que pasado un tiempo razonable de improductividad no me enriquezco.
Que putada.
Saludos!
Qué barbechidad, Cabeza
los niños de hoy en día se conocen todos los modelos de todos los juguetes electrónicos, incluidos móbiles, y ¡a consumir!
Yo a los niños les obligaba a memorizarse la discografía completa de Dylan y la de Depop.
Así se convertirían en personas de provecho, en barbechistas en serie vaya.
Posta un commento
<< Home