La vida en la playa

Mientras charloteabamos de forma más bien despreocupada, la Nueva empezó a recoger piedrecillas:
-Mira ésta, qué blanca es -me decía.
O bien:
-Esta parece un lapislázuli -se inventaba, pues sus conocimientos de geología son nulos.
De repente, tomó una piedra de forma singular:
-Mira, mira -me dijo, como una niña con piedras nuevas.
Era una pequeña piedrecilla, de forma curiosa.
-¡Cuántos millones de años ha permanecido al amparo de la abrasión del sol y la erosión del agua! -exclamó admirada.
-¿A ver? -dije yo.
La tome entre mis dedos y, como soy un hombre y no un geólogo, quise comprobar su dureza antes que cualquiera de sus otras virtudes. La piedrecilla dijo clic y se rompió en dos. Millones de años de abrasión y erosión al carajo, pensé.
-Qué bruto eres -dijo la Nueva.
-Bueno... -dije yo- Piensa que para la piedra ha sido un cambio radical, tras tantos millones de años de aburrida rutina.
La piedrecilla que rompí el sábado es la que podéis ver en la foto. Para que podáis haceros una idea de su minúsculo tamaño la puse al lado de uno de los cromos de la temporada futbolística 72-73, el cromo perteneciente a Aguirre Suárez, jugador del Granada. Al ver el montaje, la Nueva hizo cara de no entender nada.
-Es una metáfora de la vida -improvisé.
-¿Eh?
-Sí, Nueva -dije- En 1972 yo era un infante que coleccionaba cromos. Tú ni siquiera habías nacido. Aguirre Suárez era un futbolista de 26 años que, por lo que recuerdo, rompía las piernas de los contrarios. En 1972 la piedrecilla se desesperaba por la playa de Castelldefels, aburrida y desprotegida ante la erosión. En el 2007, cuando Aguirre Suárez tiene ya 61 años y tú bastantes menos, la piedrecilla, gracias a mi torpeza, ha vivido uno de los días más felices de su vida. Como tú y yo.
-Está bien -aceptó la Nueva- Venga, a cenar. Guarda la piedra.
-Y el cromo -dije yo.
Etichette: Cromos
5 Comments:
Ahhh, las piedras... tienen todo el tiempo del mundo... todo....
Eres como el Félix Rodriguez de la Fuente de la geología...
"El hombre y la piedra" proximamente en sus televisores.
Bruto, brutote...
Coño, tío, eres fantástico. Con esas salidas filosófico-absurdas-surrealistas tienes que tener a la Nueva en un estado de alucinado arrobamiento. Voy a tener que pedirte clases por correspondencia.
Por cierto, tampoco yo soporto la arena.
Me han gustado mucho la anécdota y el texto.
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