Indios, campings y recuerdos
Anoche, en el Astrolabi, Flash me presentó a un amigo:
-Este es Paraguas en llamas -dijo, señalándome.
-¿Paraguas en llamas? Encantado -dijo el amigo.
-Igualmente -dije yo.
¿Me llamo ya Paraguas en llamas? Por unos momentos me sentí como un jefe indio. Luego, ya en la cama, mientras me adormecía lentamente, recordé esa conversación con ese surrealismo que sólo proporciona el sueño inminente y esa vez no me sentí como un indio piel roja, sino como un camping. Me acordé de campings que conocía e inventé otros: el Camping La Ballena Alegre, el Camping La Ardilla Roja, Las Arenas Blancas, El Sol y La Playa. Y el Camping Paraguas en llamas. Me pareció que mi camping tendría un indudable toque diabólico y me dormí feliz.
PD: Con Flash y con Ponyboy también hablamos ayer, muy brevemente, de tiempos pasados y eso me hizo pensar en aquellas salidas nocturnas con ellos y con mi hermana la Chocholoco, del espantoso bar de Kika y de sus guitarras olvidadas, del Jabalí y sus rebuznos, de aquella canción que se llama Marielle, de aventuras en taxi y de otras cosas. Esta mañana pretendía hablar aquí de eso, pero luego me acordé de esa frase, creo que de Borges (“nuestros recuerdos son de la última vez que los contamos”) y me dio pena seguir falseando esos recuerdos.
-Este es Paraguas en llamas -dijo, señalándome.
-¿Paraguas en llamas? Encantado -dijo el amigo.
-Igualmente -dije yo.
¿Me llamo ya Paraguas en llamas? Por unos momentos me sentí como un jefe indio. Luego, ya en la cama, mientras me adormecía lentamente, recordé esa conversación con ese surrealismo que sólo proporciona el sueño inminente y esa vez no me sentí como un indio piel roja, sino como un camping. Me acordé de campings que conocía e inventé otros: el Camping La Ballena Alegre, el Camping La Ardilla Roja, Las Arenas Blancas, El Sol y La Playa. Y el Camping Paraguas en llamas. Me pareció que mi camping tendría un indudable toque diabólico y me dormí feliz.
PD: Con Flash y con Ponyboy también hablamos ayer, muy brevemente, de tiempos pasados y eso me hizo pensar en aquellas salidas nocturnas con ellos y con mi hermana la Chocholoco, del espantoso bar de Kika y de sus guitarras olvidadas, del Jabalí y sus rebuznos, de aquella canción que se llama Marielle, de aventuras en taxi y de otras cosas. Esta mañana pretendía hablar aquí de eso, pero luego me acordé de esa frase, creo que de Borges (“nuestros recuerdos son de la última vez que los contamos”) y me dio pena seguir falseando esos recuerdos.
Etichette: Jorge Luis Borges
9 Comments:
Germanot! Oh ojalá hagués estat bé ahir a la nit per trobar-te al bolo de Depop i recordar amb tu aquells moments, la presentació d'aquest conegut em recorda també a la trobada amb el Mechero jaja
a veure si ens veiem aviat
Petons
Tiene plazas en el camping para este Agosto?.... Mire, seríamos 3, con tienda de 4 y sin luz, gracias: llevamos nuestro propio Campin Gas....
Hola?.... Hay alguien?.... vaya, se durmió.....
Pues opino que Borges se quedó corto... desde mi punto de vista, nuestros recuerdos son la última vez que los recordamos. Quizá los hayas falseado ya... pero, ¿qué importa eso? La verdad y la realidad están sobrevaloradas.
Un abrazo,
Pau
Veig que has deixat de banda les pantufles. Al final, sempre reincidim, és un costum, una tradició, potser una obligació... La llàstima és que jo aquell dia no les vaig abandonar. M'hauria trobar-te i retrobar-me amb els Depop. Penso llençar les sabatilles al mar, perquè l'onatge s'enduguin amb elles a la maleïda rutina!
Una abraçada!!!
Questo commento è stato eliminato dall'autore.
Jordi, no te veo yo a tí, con lo racional y realista que tú eres, falseando ningún tipo de recuerdo.
No, no no... tú no serías capaz de distorsionar la realidad para contarnos algo.
Es cierto que modificamos nuestros recuerdos con el tiempo, casi sin ser conscientes de ello.
Hay una frase muy acertada que dice que la infancia no es como la vivimos si no como la recordamos.
t'estimo
A tu hermana la llamas Chocholoco??? jejeje, qué cosas!
Saludos!
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